martes, 18 de diciembre de 2012

The Hobbit: An Unexpected Journey (2012)

                                                                                                                 Por: Markos



“In a hole in the ground, there lived a hobbit.”

Reseñar la primera entrega de la nueva trilogía del director Peter Jackson ha sido una de las labores más estresantes de mi tiempo con Tito en el Cine por dos razones muy peculiares. En primer lugar, el trabajo de Tolkien, autor tanto de The Hobbit como de la saga del Señor de los Anillos, así como las adaptaciones de Jackson de dicho trabajo, es la única franquicia que reta a Star Wars en mi afición por sus personajes e historias. Lo confieso, soy un fan, por lo que ser objetivo se me hace un poco difícil. En segundo lugar, entré a la sala consciente que estaba viendo algo que, por diseño, está incompleto. Aun así, trataré de ser objetivo, olvidando mi fanatismo, y justo, dándole el beneficio de la duda a Jackson considerando que se trata de un tercio de la historia total. He escuchado a mucha gente decepcionada con la cinta y los comentarios parecen ir dirigidos a señalar que no se compara con la trilogía de Lord of the Rings. A esas personas yo solo puedo decirles, DUH! Están basadas en libros distintos, de estilos distintos, con propósitos distintos, y en tiempos distintos, por lo que esperar que sean similares a LOTR es como desear que Lebron James sea excelente lanzador de beisbol. Si queremos comparar esta cinta con alguna de la trilogía de LOTR, hagámoslo con The Fellowship of the Rings, pues es la única que al menos se asemeja en intención a Unexpected Journey.

La cinta narra la historia de la expedición dirigida por el otrora príncipe de los duendes de Erebor, Thorin Oakenshield, para recuperar la ciudad de la Montaña Solitaria de las garras del temible dragón Smaug. Como parte de esa compañía encontramos personajes reconocidos, por ejemplo, tenemos a Gloin, que aunque no aparece en la trilogía fílmica de LOTR, es mencionado como el padre de Gimli, Gandalf vuelve a tener un papel importantísimo como el gestor y guardián de la expedición y, por supuesto, tenemos a Bilbo Baggins, el personaje que le da el nombre a la obra, interpretado en esta ocasión por el británico Martin Freeman con muy buenos resultados. Una preocupación que muchos fanáticos de la novela, publicada por primera vez en 1937, tenían era el efecto de dividir un libro de 289 páginas (Kindle Edition) en tres cintas de casi 3 horas. Para que lo tengan en perspectiva, Return of the King tiene aproximadamente 350 páginas y fue adaptado adecuadamente en una sola cinta. Debo decir que algunas de las escenas iniciales se sienten como si duraran 10 segundos más de lo necesario, aunque me parece que eso es más un error de narrativa por parte de Peter Jackson que un intento por rellenar. Para los fanáticos del libro, y de Tolkien en general, sepan que lo que ha hecho Tolkien para “rellenar” es añadir pedazos de otros trabajos de JRR, como The Silmarilion, y ha imaginado que sucedía en las ocasiones en las cuales Gandalf misteriosamente desaparecía. Estas adiciones son hechas con muchísimo cuidado, y acaban atando muy bien los eventos de la cinta con la historia que conocemos de las películas originales. Ahora bien, las escenas del primer tercio de la cinta se sienten muy desconectadas, desenfocadas, y no cargan mucho impacto que digamos. Es como si Jackson no estaba seguro de que cinta quería hacer, y se dedica durante la primera hora, hora y media, a tirar escenas a lo loco a ver que pega. Hay un problema de escala también, en Lord of the Rings, Tierra Media entera estaba en riesgo de caer al mando de Sauron, en esta ocasión, al menos al principio, es solo un grupo de duendes que quieren regresar a su casa y recuperar su oro, por lo que no logra cautivar a la audiencia con suficiencia y efectividad. Una vez se nos revela la verdadera importancia de la expedición la tónica del filme cambia dramáticamente, y desde ese punto en adelante nos pone al borde del asiento. Es posible que ese cambio en tono haya sido intencional, pero el desenfoque de las escenas iniciales le roba mucho a la experiencia global.


En términos técnicos, la cinta carga muchos elementos distintivos de Peter Jackson, incluyendo su legendaria atención al más mínimo detalle, lo que produce un mundo vibrante y creíble. Además, continúa empujando los límites de la animación computarizada, produciendo algunas escenas realmente asombrosas. La escena de Gollum, y su dialogo con Bilbo, es como para dejarte la boca abierta. La expresividad que los animadores logran darle al conocido personaje es tan impactante que por momentos nos preguntamos si Gollum existe en realidad. Es la primera vez que veo tanto detalle puesto en la actuación de un modelo de computadoras, y los efectos son escalofriantes. Otros modelos, como algunos de los orcos, las criaturas de piedra, la ciudad de Erebor, son realizados con tanta dedicación que por momentos se hace difícil distinguir cuando estamos viendo CGI o cuando estamos viendo cosas reales. Otro punto fuerte, como era de esperarse, es la banda sonora. Está repleta de los sonidos que llenaron la trilogía de LOTR, y algunos de los movimientos nuevos, como el de los duendes en batalla, son excepcionales. Además de la actuación de Freeman como Bilbo, Andy Serkis sobresale en su modelaje de Gollum, Ken Stott interpreta a un sólido Balin, McKellen es predeciblemente excelente como Gandalf, y Richard Armitage encarna a un Thorin aun más heroico que en la novela.


Es cierto que la primera entrega de esta trilogía sufre de algunos defectos de narración que evitan que llegue al nivel de las cintas de LOTR, pero ello no implica que no sea una experiencia digna de ver. Después de todo, son muy pocas las cintas, de cualquier género, que logran alcanzar la magia y la calidad de The Two Towers y The Return of the King. Si eres fanático de Tolkien, o de Jackson, o de Lord of the Rings, pues no tengo que decirte que la veas. Si no eres fanático, aun así debo recomendarla, pues a pesar de sus defectos, es una cinta imaginativa, creativa, y narra una historia escrita por uno de los mejores autores de la historia. ¿Es una gran película? No, ¿es una gran película de Tolkien? Sin lugar a duda, y es un buen comienzo para la saga de Bilbo que nos deja con las ganas de seguir viendo más.




Lo Bueno:
  • Las actuaciones de Ian McKellen, Martin Freeman y Richard Armitage.
  • La "actuación" de Gollum es escalofriante.
  • La banda sonora.
  • Un mundo bien realizado y creíble.
  • Las escenas de acción capturan muy bien la escencia del libro.


Lo Malo:
  • Un comienzo desenfocado le roba mucha cohesión al filme.
  • Algunas escenas se sienten más largas de lo debido.
  • Algunos personajes de importancia en la obra son un tanto rezagados en la cinta.

Trailer:

Recopilado de: youtube.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario