sábado, 29 de diciembre de 2012

Les Miserables (2012)

                                                                                                              Por: Markos

                                               

“There was a time when men were kind, when their voices were soft and their words inviting”

Si tuviese que escoger una sola palabra para describir la más reciente adaptación del clásico inmortal de Victor Hugo, “Les Miserables”, usaría el siguiente adjetivo, frustrante. Es una cinta frustrante pues contiene algunas de las mejores actuaciones que se han visto en el 2012, algunos de los momentos más impactantes, y algunas de las escenas más conmovedoras que se han visto en años, y aun así no logra ser más que una película mediocre. Lo que prometía ser una de las cinas más memorables del año, termina siendo una gran oportunidad desperdiciada que nos deja con deseos de patear a su director, ya les cuento por qué.

Les Miserables es una de las novelas más importantes de la historia moderna, y sus temas y personajes aun tienen relevancia hoy día. En esta ocasión, Hooper hace una adaptación de la adaptación musical que hicieran Claude-Michel Schonberg y Alain Boubil en 1980. Hooper intenta hacer una adaptación bastante fiel al musical así que pueden esperar los mismos detalles estrambóticos que distinguen al musical. Comencemos por señalar las cosa buenas que hace Hooper. Hay que darle crédito por resistir el deseo de muchos cineastas de “modernizar” historias clásicas, regalándonos una rica y detallada recreación de la Francia de 1815-1832 que sirve de escenario a la épica de Hugo. Algunos de los escenarios utilizan en demasía la animación computarizada, lo que les da una calidad muy artificial, aunque evocan un poco la fantasía de los escenarios de teatro. Una de las decisiones que hay que aplaudirle a Hooper es que obligó a sus actores a cantar en vivo, en lugar de hacerlos doblar algo pre-grabado. El resultado, por momentos, produce actuaciones escalofriantes. Sin embargo, como el resto de la cinta, la técnica es utilizada desmedidamente, y con demasiada inconsistencia como para ser impactante todas las veces que la vemos. Esas son dos de las cosas que son universalmente buenas de esta adaptación, porque el resto del trabajo es más bien “hit-and-miss”. 




Hooper sencillamente no sabe reconocer cuando la acción necesita de su intervención, y cuando debe dejar que los actores hagan su trabajo con la menor invasión posible. Muy temprano en la cinta tenemos dos arias, una interpretada por Hugh Jackman, y la segunda por Anne Hathaway, que ilustran muy bien mi punto. Ambas están cargadas de mucho impacto emocional, ambas están actuadas a la perfección, pero en la primera, Hooper se empeña en poner a Jackman a caminar para atrás y para delante, cambiando la toma con demasiada frecuencia, y lo que debió haber sido una escena para la historia, acaba siendo un ejercicio frustrante. En el aria de Hathaway sin embargo, Hooper se limita a darnos una toma de hombro, cuello y rostro, descentralizada, con el fondo fuera de foco, y deja que la actriz devore su canción, produciendo uno de los momentos más potentes que he visto en una sala de cine en años. Lamentablemente, el resto de la cinta sufre de malas decisiones por parte de Hooper, permitiendo actuar en tiros cerrados a actores que sencillamente no impactan, y jugando con su toma y sus ángulos en ocasiones cuando debió haber dejado que el actor cargara el momento. Lo que me sorprende es que en sus trabajos más recientes, Hooper ha demostrado una gran habilidad en dejar que sus actores produzcan, lo vimos en John Adams, The Damned United y, sobre todo, en The King’s Speech.
Las actuaciones también padecen de la inconsistencia del resto de la obra, aunque me parece que los actores hacen lo que pueden, ya que se trata más de un problema de la selección del reparto. Russell Crowe no canta… PUNTO, y lamentablemente se nota tan esforzado en tratar de mantener el ritmo con las voces más trabajadas de Jackman, Amanda Seyfried y Eddie Redmane, que su actuación sufre en gran cantidad. Sencillamente su voz no pertenece a este elenco, y esta tan esforzado en encajar que termina haciendo uno de los peores trabajos de su vida. Menciono la voz de Seyfried, pero tengo que decir que lo único que tiene, al menos en esta ocasión es su voz, pues nos “regala” una actuación cansada, sin emotividad, que termina robándole impacto a la relación entre su personaje, Cosette, y el Marius de Redmane. Hablando de Redmane, espectacular, sencillamente espectacular, Redmane, Jackman y Hathaway tienen momentos que justifican, por si solos, el precio de admisión. También hay que resaltar a la siempre genial Helena Bochan-Carter y al sorprendente Sacha Baron-Cohen por sus trabajos en este filme. La banda sonora sufre de la inconsistencia en la calidad vocal de sus intérpretes y algunas de las arias que recordamos del musical no tienen el mismo efecto en esta ocasión, aunque la banda sonora es bastante solida sin ser espectacular salvo algunos momentos específicos (I Dreamed a Dream, Bring Him Home y Empty Chairs at Empty Tables le mueven el piso a cualquiera).
  


 
Hay mucho más que podría decir de la adaptación de Tom Hooper del musical Les Miserables, pero me temo que sería en extremo repetitivo, pues de seguro, al seguir mencionando detalles y elementos les diría que se trata de una cinta que tiene momentos que te conmoverán hasta los huesos, pero que en otros te harán mirar tu reloj para ver cuánto tiempo más tendrás que soportar. Vale la pena verla por algunas de sus actuaciones, pero para mí, harían mejor consiguiendo un DVD del musical, o mejor aún, leyendo el clásico original de Victor Hugo.



Lo Bueno:
  • No me sorpenderia que tanto Hathaway, Jackam y Redmane se lleven nominaciones por sus actuaciones (Jackman y Hathaway ya han sido nominados a los Golden Globes).
  • El chico Daniel Huttlestone se roba todas sus escenas como el niño Gavroche.
  • Las escena de I Dreamed a Dream es para la historia. 


Lo Malo:
  • Las decisiones inexplicables de Hooper, acercándose cuando debió dar espacio, alejándose cuando debió mostrarnos a sus actores, jugando con la cámara cuando no era debido, entre otras cosas.
  • La “actuación” de Russell Crowe no esta a la altura del resto del reparto.
  • Las escenas de acción sufren de pobre edición. 
  • Inconsistencia en las altas y las bajas emocionales de la cinta, haciendo que momentos que debieron cargar impacto caigan pesados y lentos.

Trailer:

Recopilado de: youtube.com

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