Por: Markos
"Just keep swimming."
No hay mucho que pueda decir de "Finding Nemo" que no se haya dicho ya. Cuando estrenó originalmente en el 2003 fuimos muchos los que nos quedamos maravillados ante la grandeza técnica de esta gran obra. Considerada como la obra maestra de "Pixar" en su momento, "Finding Nemo" fue una muestra fehaciente del potencial artístico de la animación, capaz de ontar historia y crear mundos que serían imposibles de realizar en el cine de acción en vivo (no se si esa sea la traducción de "live-action" pero suena bien). Los animadores de "Pixar" lograron construir un óceano tan meticulosamente detallado que nos podrían excusar por pensar que era real. Por maravillosa e impresionante que fue la obra en términos técnicos, no es eso lo que la convierte en un clásico.
La grandeza de la animación como medio depende de que en los mundos creados, los animadores coloquen personajes e historias que nos halen y nos hagan parte de ese mundo. Pienso en clásicos como "Spirited Away", "The Beauty and the Beast" y "Toy Story" que además de mostrar universos fascinantes, sus personajes y sus aventuras nos robaron el corazón. "Nemo" es casi intocable en cuanto a la calidad de su narrativa se refiere, con una historia tan compleja pero accesible que funciona en una multiplicidad de niveles. Los más chicos y los que no les gusta sobreanalizar la película son cautivados por una historia que ofrece mucho corazón y sentimiento, además de humor, acción, en fin, de todo. Es una pieza entretenida de principio a fin sin un segundo aburrido. Pero además, no hay que rasgar muy hondo para encontrar reflexiones muy profundas acerca de la relación entre un padre y su hijo. Ese tipo de profundidad es lo que separa a "Pixar" de las demás casas de animación contemporáneas, con la excepción de "Studio Ghibli".
En términos visuales, recapitulando, la cinta es exquisita y apoyada en la legendaria atención al detalle que emplean los animadores de "Pixar" crea una cinta visualmente compleja que con cada vista descubre aún más elementos que elevan el realismo de la obra. El 3D es bueno y tiene ciertos momentos impresionantes, aunque no puedo decir que llega a los niveles de las cintas que han sido rodadas en 3D. En fin, vale la pena ir a verla, no porque el 3D la revolucione, sino porque es un clásico del cine, si, leyó bien, "Finding Nemo" es un clásico del cine y cualquier excusa es buena para sentarse a verla cuantas veces sea necesario.
Lo Bueno:
- Todo, de principio a fin...
- Para algunos no se justifica pagar el precio de admisión 3D para ver una película que todos conocemos muy bien.
Trailer:
Recopilado de: youtube.com
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